¿Cómo es la dieta de la zona?

la dieta de la zona

Con el creciente número de problemas de salud que da la obesidad, los programas de control de peso se hace cada vez más populares. Lo han sido hace muchos años y lo están siendo cada vez más. Puede que uno de los más populares que hay hoy en día sea la llamada dieta de la zona, la cual ganó relevancia gracias al libro escrito por el doctor Barry Sears a mediados de los años noventa. Este médico es un experto en los campos de la biotecnología y la nutrición, y ha realizado muchas investigaciones en esta última. Según las palabras de este médico, el libro fue escrito para ayudar a los cardiólogos a usar la comida como si fuera un tratamiento en las enfermedades del corazón y la diabetes.

Sin embargo, mucha gente percibió la dieta de la zona como un libro para poder perder peso. Es cierto que las dos enfermedades están ligadas a los problemas de sobrepeso y obesidad, pero el éxito de este libro fue arrollador entre personas que querían perder peso de una forma sana y con buenos resultados. Mucha gente se inclinó sobre el trabajo del doctor Sears antes de otros sistemas porque incluye un plan de menú fácilmente realizable y ni implica saltarse comidas o comer poco.

dieta zona

La dieta de la zona anima a comer la cantidad correcta de calorías de los carbohidratos, las proteínas y las grasa en unas medidas concretas. La clave para esta dieta es el equilibrio hormonal que se consigue comiendo los alimentos que se aconsejan. Las comidas consisten en unas medidas muy concretas, que son un 40 por ciento de carbohidratos, un 30 de grasa y un 30 por ciento de proteínas. Dicho de una manera más sencilla, se come bastante bien estando a dieta.

Aparte de lo mencionado, los aperitivos no están prohibidos mientras que se está haciendo la dieta de la zona. Mientras que se mantengan las medidas apropiadas que aconseja el libro, todo tipo de comidas pueden ser adecuadas para adelgazar y así controlar la generación de insulina del cuerpo. Precisamente esto es lo que se regular en la dieta de la zona, ya que la insulina puede producir azúcares que se convierten en grasa, y por tanto crear una acumulación de grasa.

La dieta es muy sencilla y se puede hacer prácticamente sin demasiada preparación. Es también personalizada dependiendo del peso, edad y otros factores. Los pasos son los siguientes:

  1. Al despertarte, se tiene que tomar un desayuno aconsejado por la dieta. Se suele empezar por un café con leche, media manzana, una mandarina y almendras. Por supuesto, esto puede variar por la cantidad de menús que hay, pero nos da una idea.
  2. Hay que evaluar el hambre que tenemos antes de comer la siguiente comida. Si no se tiene hambre y no tenemos ansiedad, es que lo estamos haciendo bien. A media mañana se puede tomar una infusión, como por ejemplo un te verde. Algo de queso fresco, una pieza de fruta y algunos frutos secos (almendras, nueces, etc.).
  3. Una cosa que hay que tener en cuenta es beber al menos ocho vasos de agua al día. Esto es importante para que la dieta funcione mucho mejor. También hay que comer cada 4 horas se tenga hambre o no, ya que se trata de mantener a raya la insulina. Si dejamos pasar más tiempo, el cuerpo cree que el cuerpo está necesitado de alimento, y la insulina generar azúcar para compensarlo.
  4. La comida se puede empezar con proteínas bajas en grasas (una buena sopa de verduras). Entonces se puede ir añadiendo carbohidratos buenos (frutas y vegetales) y terminar con algo de grasas beneficiosas, donde podemos incluir nueces, algo de pescado, aguacates, etc.
  5. Por la tarde el menú también es bastante contundente, donde se puede incluir algo de jamón o pavo, pan y frutos secos.
  6. Para la cena se siguen las mismas pautas que en el resto de comidas. Se puede empezar por algo de verduras y una ensalada (sin demasiada sal, aunque se puede usar otras especias. Lo puede acompañar algún tipo de pescado sano, como las sardinas. Para terminar, una pieza de fruta y algo de frutos secos.

Como se puede ver, no hay una comida específica prohibida. Solo se exige que las cantidades sean las que marca la dieta y se coma la cantidad estipulada. No se habla nada de consumir menos calorías como en otras dietas. Se busca simplemente el equilibrio entre lo que consumimos. Se come menos en cada comida, pero más veces y suficientemente para no pasar hambre a lo largo de día.  El propio auto del libro lo dice: “La dieta de la zona no es realmente un libro de dietas, sino una forma de controlar la respuesta hormonal de nuestro cuerpo”.

Al igual que en otros planes para perder peso, no hay una forma rápida o atajos para perder peso adecuadamente. Evita caer en dietas que no son sanas no efectivas a largo plazo. Muchos consideran la dieta de la zona como una forma de comer sano todo el año en lugar de una dieta para perder peso. La mayoría habla bien de ella y por algo será.

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